Nuestra Identidad es vivir el seguimiento a Jesús a ejemplo de María, la perfecta discípula

Las Hijas de la Inmaculada honramos a Nuestra Madre María, en su esencia Inmaculada.

Porque María trasparenta el rostro amoroso del Padre, al asumir su misión y la misión de Jesús con fidelidad, en obediencia Ella es perfecta discípula. Así la Inmaculada, prepara los corazones para que el Señor establezca su Reino en ellos y nos muestra el camino que nos conduce hacia Jesús.
María es apóstol del acompañamiento porque cuida y acompaña con vínculos maternales, desde la compasión y la misericordia, la constancia y la itinerancia, y su presencia maternal transforma las situaciones de dolor y dificultad, en oportunidades para fortalecer la fe, la esperanza y el amor.

Las Hijas de la Inmaculada honramos a Nuestra Madre María, en su esencia Inmaculada.

El Dogma de la Inmaculada Concepción  establece que María fue concebida sin mancha de pecado original. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

Las Hijas de la Inmaculada honramos a Nuestra Madre María, en su esencia Inmaculada.

“Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.”

Las Hijas de la Inmaculada honramos a Nuestra Madre María, en su esencia Inmaculada.

En la Sagrada Escritura el primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Génesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Sólo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia, puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor.  Junto a Él se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.

Las Hijas de la Inmaculada honramos a Nuestra Madre María, en su esencia Inmaculada.

La Inmaculada se constituye en el fundamento de nuestro origen, por lo que intentamos encarnar sus virtudes, para empezar a dar vida a este proyecto de Dios, al que respondimos con un sí, sin saber el cómo, del que ya tenía experiencia María; por esto y más, Ella se convierte también en nuestra Maestra. La Llena de Gracia ha permanecido como un “telón de fondo” para fortalecer nuestra vida espiritual, para animar nuestra vida en común, para dinamizar nuestra vida apostólica y para acompañarnos en nuestra vida formativa.

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