VIDA FRATERNA
Somos una verdadera familia, en la que todas tenemos un solo corazón y una sola alma; familia que es a la vez, instrumento para la misión.
Nuestra familia Religiosa, se constituye para todas, en ayuda mutua para vivir nuestra propia vocación, en donde el amor es la raíz y el fundamento de nuestra vida fraterna.
El amor nos lleva a poner todo en común: tanto los bienes espirituales, como los materiales, es un amor recíproco incondicional, que exige disponibilidad para el servicio sin reservas.